A sus 21 años, y con 16 goles en 24 partidos, Adrián Garrido Martínez es el máximo goleador del equipo balear de la Tercera RFEF (quinto nivel del sistema de ligas de fútbol de España) y el tercero con más tantos en todos los grupos de la categoría, unos números que sitúan a su club en lo más alto de la tabla (empatado a puntos con la Penya Independent), y que le han valido la primera convocatoria del delantero con la selección absoluta de Guinea Ecuatorial.  

Sobre la primera información de su convocatoria, el atacante ha manifestado que “el primer contacto se produjo cuando yo estaba en clase [estudia Periodismo]. Vi un mensaje de algo relacionado con Guinea Ecuatorial y en ese momento no contesté, pero ya cuando salí me fui enterando y fui hablando con las personas que tocaba. Para mí es un privilegio que me hayan seleccionado. Pocos son los afortunados que pueden ir con la selección nacional de su país, por lo que es una oportunidad que me quiero tomar muy en serio y, sobre todo, disfrutar”. Dijo el futbolista.

El delantero que hasta el momento no ha conversado en persona con el seleccionador nacional, Juan Micha Obiang, desea hablar cara a cara con el “míster”, y con el resto de sus compañeros, “Nosotros estamos aquí en Mallorca, hay mucha distancia y no es lo mismo esa comunicación que pueda haber por teléfono que lo que te puedas encontrar ahí en el cara a cara. Tengo ganas de entablar conversación con el míster y con todos los compañeros, que seguro que me van a ayudar mucho y me van a aportar su experiencia y bagaje en el mundo del fútbol”. Y añadió que para el doble enfrentamiento contra Botsuana, el 24 de marzo, en Malabo, y 28 de Francistown de cara a la clasificación para la CAN, se deberá afrontar como dos finales respetando siempre al rival.

“En una fase de grupos tan corta, cada partido es clave. Tres puntos más o menos te pueden dar o quitar la clasificación, por lo que hay que afrontar esos partidos como dos finales. Y no hay que dejarse llevar tampoco por el hecho de que Botsuana sea colista porque la diferencia de puntos es mínima y a este nivel, cualquiera te puede ganar. Máximo respeto al rival, jugar con las máximas ganas posibles y afrontar el partido de la mejor manera posible”. Sentenció.